jueves, 14 de agosto de 2008

Déjame sentirte

Con ansias de amor te veo
en cada momento que puedo,
mientras te veo te siento en mí,
sí estás ahí, eres la energía que alimenta mi vida,
siento tu suave respiración,
aún a diez metros de ti;
me doy cuenta que estás muy distante.

Siento el perfume de tu piel y
la seda de tus manos,
la miel de tus labios me hace volver a la vida,
tu amor busca el mío.
Abro mis ojos y veo los tuyos
cual dos brillantes estrellas;
por cierto lo más perfecto que se pudo crear,
ojos profundos, labios de rubí,
y tu voz, voz de mujer perfecta.

Ternura eterna, ternura plena
déjame sentir la miel de tus labios,
déjame vivir la dulzura de tu amor,
déjame conocer la tierna y
fragante rosa de tu ser, llévame a tu guarida
déjame llevarte a conocer la pureza de mi amor
cautivo de tu mirada, de tu voz, de tu risa,
de ti ¡Rosa de mi rosal! de ti ¡Mujer de mi vida!

Déjame conocer la virtud
que guarda el sentido de tu vida,
déjame llegar al ocaso y al alba
convencido de que te amo;
permíteme sentir que existo
permíteme hacerte saber que te amo, y
que siempre te amaré
déjame llegar al infinito del silencio,
para escuchar tu voz.
En el fondo del crepúsculo,
déjame sentir el fuego de tu amor,
déjame sentirte junto a mí,
déjame amarte mi amor.

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