domingo, 7 de septiembre de 2008

La sinceridad

La sinceridad es aliento para el hombre que no teme a decir la verdad. La sinceridad es principio pleno de libertad, produce sosiego al alma, transforma el pensamiento humano y trasciende fronteras y montañas, sin importar su magnitud. No temas a decir la verdad, pues siempre habrá quien te juzgue por ello, pero también existirá quien aplauda tu valentía y tu decisión de libertad. Tu espíritu expandirá sus horizontes, tu conciencia se abrirá al cambio, tu corazón estabilizará sus emociones, tu vida trascenderá entonces a un nivel superior del privilegio humano. Recuerda, tu libertad comienza cuando tu corazón, tu conciencia y tu voz, expresan lo que realmente eres, lo que realmente quieres –lo que la realidad es-, y liberan tu espíritu de la angustia.

20 de Abril del 2008

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Un día después

En estos versos tan sinceros
quiero decirte que te quiero.
Ante estas lágrimas que lloro,
quiero que sepas que te añoro.
Y bajo esta noche clara y fría,
en una estrella reconozco tu mirada.

No puedo negar que me equivoco
como probablemente hoy lo hice
al sentir que debía hacer algo,
algo que tú no querías,
mas no fue para creerme indispensable
sino para ver morir la tristeza de tus ojos.

Te hablo ahora en silencio
mientras escucho latir mi corazón,
para saber que ríes plenamente,
para saber que lloro mientras pienso,
para saber que duermes sutilmente,
y que tu mente al fin descansa.

Deja pues que admita mi error,
y de tus ojos quita la tristeza,
En tus labios pinta esa sonrisa,
que en tu alma está esperando
a ser testigo de tu encanto y
de la grandeza de tu ser.

Si tienes ganas de llorar o reír,
búscame que ahí estaré,
pues tengo ganas de vivir,
entonces a pedirte consuelo también yo iré.

Doy gracias a Dios por su existencia,
Y a tí por ser como eres.

Confusa sensación

¡OH!, sincera cima del crepúsculo
te manifiestas con una historia
entre dedos, una historia más
que nació porque así tuvo que ser,
se alimentaría de la confusión
y morirá en su insensata concepción.

Despierta pues oh soberana aurora,
despierta y ve por la ventana,
observa pues el panorama,
y dile que jamás te espere
dile que la casa no está limpia,
dile que está desordenada,
dile que se valla y no vuelva,
dile que no se manifieste

Despierte tu voz feliz naturaleza,
despierte y rechace el manifiesto,
desprenda de él su sarcasmo
que no viva más esa miseria
que deje de latir su corazón.

Confusa sensación ven y lleva
ese torpe tormento a su tumba,
de donde vino y no debió llegar,
que no le sea concedida más vida,
que se valla y no vuelva,
que se valla y que sucumba.

Dale agua al alma de esa niña,
vuelve a ella la nostalgia,
ven y alimenta esa viña
de la niña quita la neuralgia
al infeliz destino cierra la ventana.

Vete ya confusa decisión,
vete y borra tus huellas
no dejes una sola.
Y tú no vengas decrépita emoción,
deja sola esa estrella
no repitas el sufrimiento de la bella.